"En realidad, la idea de construir esta Stupa no fue mi deseo, fue una instrucción clara de Su Santidad el 16º Karmapa."

Rebecca Silva guardó la visión de la Stupa durante más de veinte años antes de que finalmente se materializara. Fue construida en terrenos de cultivo en El Pescadero, BCS, que ella y su esposo donaron. A continuación compartimos la historia de su primer encuentro con S.S. el 16º Karmapa y cómo este nos llevó a donde estamos hoy.

“En 1976 estaba viviendo en Hawai. Una amiga estaba organizando una recaudación de fondos para ayudar a patrocinar la visita de S.S. el 16º Karmapa a Maui. Ella me pidió que ayudara a cocinar en un gran evento, recaudando miles de dólares, lo que nos permitió recibir a Su Santidad y a su acompañamiento en Maui, Hawai. Muchos trabajaron duro para que todo fuera perfecto para su llegada, ya que viajó con doce personas, incluido Jamgon Kontrul Rinpoche. Vino a bendecirnos con la Ceremonia de la Corona Negra. Fue un momento mágico para muchos de nosotros.

Cociné durante muchos días ¡le gustaba especialmente la comida mexicana que cocinaba! El día de la gran ceremonia después de la comida principal, al mediodía, mis ayudantes me abandonaron y la cocina era un VERDADERO desastre. Era una cocina grande y afuera de ella vi gente influyente, incluido el alcalde, políticos y grandes donantes de las islas entrando para tener una audiencia privada con Su Santidad. En el lado opuesto estaban todas las personas de la localidad en sus trajes coloridos que llegaban para la ceremonia. Miré a mi alrededor las pilas de platos y el piso sucio y por un momento me di lástima y pensé: "¡Él nunca sabrá cuánto he trabajado para él!". Y con eso, me sequé las lágrimas y comencé a barrer el piso.

Diez minutos después, alguien me tocó la espalda y cuando me di la vuelta, me dijo que Su Santidad quería verme. No lo podía creer. Estaba sudada y toda sucia por haber pasado las últimas 10 horas en la cocina. Contesté que me ducharía rápidamente y lo vería en 15 minutos. Ella respondió: "No, él quiere verte AHORA". Me quité el delantal y me eché el pelo hacia atrás, me lavé la cara y la seguí a su habitación.

Se sentó en una silla, a contraluz de la ventana. Su traductor, Joel, estaba sentado en la esquina y cuando entré en la habitación, le pregunté qué se suponía que debía hacer. Me miró y se encogió de hombros como si dijera: "No sé". Entonces, en mi ignorancia, no me postré ante él como se suponía que debía hacerlo, simplemente me arrodillé y puse mis manos en oración y lo miré a la cara. Toda su cara era una sonrisa.

De pronto me di cuenta que estaba frente a un Buda viviente. Pero mi mente comenzó a correr mientras pensaba que debía hacerle una pregunta relevante. Uno tras otro, los pensamientos iban y venían hasta que mi mente se convirtió en un lío de pensamientos enredados. Finalmente, todo lo que pude decir fue: "Su Santidad, nadie está limpiando sus jaulas de pájaros". Cuando Joel se lo dijo, se rió con ganas mientras lo miraba a los ojos.

Eventualmente, los objetos comenzaron a tomar forma nuevamente y reapareció su rostro sonriente. Mientras me movía para levantarme, extendí mis manos para devolverle el mala y él empujó mis manos hacia mí. Miré a Joel, que obviamente estaba molesto, así que rápidamente extendí el mala en mis manos hacia Su Santidad. Me tomó las manos y se rió mientras me devolvía el mala haciéndome saber que ya era mío.

Salí de la habitación con lágrimas rodando por mi rostro.

A lo largo de los años, el mala ha sido una protección auspiciosa para mí. En los años que estuve haciendo trabajo de sanación, me permitió sanar a muchas personas. Me ha abierto muchas puertas; me han sucedido tantas cosas buenas en mi vida debido a la bendición del mala.

Una tarde, en julio de 1999, estaba sentada en mi espacio de meditación al aire libre donde vivía en Todos Santos, en Baja California Sur, México. Fue el momento de meditación más poderoso de mi vida cuando de repente se me apareció Su Santidad. Con la misma cara sonriente, me dijo que fuera al Tíbet para encontrarme con su nueva encarnación y que le construyera una Estupa. Sería un puente arcoíris entre el Tíbet y Baja California. También dijo que vendrían muchos budistas y que se convertiría en un lugar de peregrinaje.

Dos meses después, en Septiembre 1999, viajé al Tíbet con mi esposo Tom y Janet Rockwell, quien ha sido, desde el principio, mi colaboradora en este proyecto. Nos esperaban muchas experiencias auspiciosas. Fue el viaje que formaría el camino en el que estamos ahora y un viaje que nunca olvidaremos. Fuimos al monasterio de Tsurphu y nos reunimos con Su Santidad el 17º Karmapa; allí le di el mala que bendijo y me lo devolvió. Le conté la historia de la construcción de una Stupa. Me dio su bendición junto con reliquias para poner en la Stupa.

En 2011, Janet, Tom y yo viajamos nuevamente, esta vez a la India. En Bodhgaya, asistimos a enseñanzas con Su Santidad  el 17º Karmapa en el Monlam Chenmo. Pudimos tener una audiencia privada con él donde le pregunté qué tipo de Stupa debía construir. Me dijo que construyera una Stupa de la Iluminación y que comenzara la construcción en luna llena.

En la luna llena del 6 de Diciembre de 2022, la Stupa de la Iluminación de Baja California Sur fue culminada y consagrada por Tulku Rigzen Pema Rinpoche.

Hemos llegado tan lejos desde estos eventos. Con la ayuda del maestro de la Stupa, Tulku Rigzen Pema Rinpoche y del maestro cantero, Yann Devorsine, junto con un equipo de trabajadores y voluntarios dedicados ¡la Stupa ha sido concluida! Lopon Tashi y nuestro equipo de incansables voluntarios nos llevan entonces a la siguiente fase: construir un centro comunitario con la Stupa en su centro.